Un hecho democrático de dimensión
histórica culminó el 14 de marzo de 2008 en nuestro país: la fundación
del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Quien tenga dudas
sinceras sobre la naturaleza y el rumbo de la Revolución Bolivariana,
encontrará en este acontecimiento una prueba inequívoca.
No hay antecedentes para un acto
fundacional de estas dimensiones y de pareja participación democrática.
Fue un proceso difícil que implicó convocatorias a decenas de miles de
promotores, la inscripción como aspirantes a militantes de 5 millones
800 mil personas, la formación de los Batallones Socialistas, la
elección de voceros, comisionados y finalmente 1.681 delegados que
participarían en el Congreso Fundacional, instalado el 12 de enero de
2008 y el 2 de marzo de ese mismo año.
Luego toda esa estructura –más de 92 mil
personas, en representación de alrededor de 1 millón 200 mil miembros
activos– protagonizaría la elección en segundo grado del órgano máximo
de conducción, el 9 de marzo de 2008. Cinco días después, el 14 de marzo
de 2008, Hugo Chávez, proclamado presidente del Partido por el
Congreso, juramentó la Dirección Nacional del PSUV en el Teatro Municipal de Caracas.
En un masivo acto realizado en el Poliedro de Caracas el 29 de marzo de 2008, el comandante Chávez anunció también las Comisiones de Trabajo de la Dirección Nacional y las Vicepresidencias Regionales del PSUV.
Tras la designación de responsabilidades
para los miembros de la directiva, el PSUV trabajó en la conformación
de los Equipos Estadales de Trabajo Político para completar a la
estructuración total de la organización. Allí comenzó el desafío
histórico que afronta esta inédita herramienta política de masas,
autodefinida en sus documentos liminares como democrática,
antimperialista y anticapitalista.
Antes de comenzar su ciclópea tarea, sin
embargo, ya había producido un impacto más allá de las fronteras de
Venezuela: a la luz pública se produjo un exitoso esfuerzo por gestar
desde abajo una organización política de masas, con netas definiciones
ideológicas y un contundente programa de acción, con la aportación de
millones de personas, a la vista y escrutinio de todos, en el máximo
posible de transparencia y participación.
Implícito en este complejo mecanismo
está el factor de mayor relevancia para definir el carácter democrático
del hecho PSUV: Chávez, receptor del poder delegado voluntaria y
fervorosamente por millones de hombres y mujeres, ha querido y ha
logrado transferir ese inmenso poder a la única instancia capaz de
gestionarlo sana y sostenidamente: un Partido.
¿Hay acaso una prueba mayor de la
intencionalidad subjetiva y la dirección objetiva de un proceso
político? ¿Para qué edificar una organización, asumir los infinitos
problemas que devienen de la participación colectiva? ¿Para qué crear
instancias organizadas, altamente politizadas, con cientos de miles de
personas introducidas ya en el desconocido y fascinante universo del
debate político, donde toda voz debe ser escuchada, la intención ha de
basarse en el razonamiento y la decisión en la voluntad mayoritaria?
¿Para qué, si no para democratizar el poder y, sobre esa base, acelerar
por el camino de la revolución?
Rescate histórico
Otro rasgo positivo y sobresaliente del
PSUV y su dialéctica virtuosa, es el rescate de cuadros militantes
provenientes de los más diversos intentos de reivindicación social. Los
miembros de la Dirección Nacional, en sí misma síntesis de edades,
condición social, formación etnocultural y proveniencia política, son
apenas una muestra mínima de los miles de cuadros con voluntad y
capacidad para asumir posiciones dirigentes a todos los niveles.
Instancia de unidad social y política de
una mayoría abrumadora compuesta por trabajadores de todos los
sectores, campesinos, juventudes, profesionales y pequeños productores
del campo y la ciudad, en el marco de un proceso revolucionario, el PSUV
ha obrado como fuerza centrípeta conjugando experiencias e individuos
de disímiles trayectorias. Aquí también se verifica una dinámica inversa
a la que puede constatarse en las filas revolucionarias en otros
países, donde fuerzas centrífugas, impulsadas por el retroceso de las
ideas revolucionarias en las últimas décadas, causan la constante
destrucción de capacidades encarnadas en militantes dispersos.
Guerrilleros y militares, jóvenes y
veteranos, comunistas y cristianos, revolucionarios y reformistas, entre
otras tantas dicotomías que lo son y de manera taxativa en otro cuadro
sociopolítico, convergen en Venezuela sobre el único eje que puede dar
lugar a semejante agregación en cualquier parte del mundo: la revolución
socialista.
Se verifica así en los hechos la más
osada novedad política en mucho tiempo, realizada por Cuba, esgrimida
por el Che, asumida y propulsada por Chávez, en choque frontal con
tirios y troyanos y a contracorriente de la opinión predominante en
partidos y academias: la vigencia de un programa anticapitalista y de la
noción de Partido revolucionario como ejes para la agregación social y
la recomposición de fuerzas políticas. Esta comprobación, que será más
nítida y abarcadora en la etapa histórica que ella misma inaugura,
golpeará sobre la conciencia y el accionar de decenas de miles de
luchadores en todo el continente. Chávez ha adelantado ya su decisión de
impulsar la unión internacional de las fuerzas que comprendan y asuman
tal estrategia de revolución. Antes incluso de que ese propósito cobre
carnadura, el espectro político regional habrá cambiado. En ese sentido,
el Psuv es un nuevo y poderosísimo eje gravitacional en América Latina.
Tareas cruciales
Durante el período inicial de
organización y luego durante el Congreso Fundacional, el PSUV comenzó
con un plan de formación ideológica y política. Un video con varias
exposiciones que circuló en decenas de miles de copias por los
Batallones Socialistas alentó innumerables sesiones de debate teórico y
político, al mismo tiempo que se avanzaba en la experiencia de
organizarse. Difícil encontrar una escuela de cuadros de semejantes
dimensiones en cualquier antecedente de edificación partidaria. No
obstante, la comprensión en el máximo nivel posible del mecanismo de
funcionamiento del capitalismo y su diferencia con el socialismo, la
educación en historia, economía y política para los casi seis millones
de inscriptos con eje en el millón y medio de activos, es una tarea ya
señalada y asumida por la dirección partidaria y para ello nació el 06
de agosto de 2009 el Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez.
En el plano de la organización, además
de sumar a cientos de miles de aspirantes a las filas activas, el PSUV
tiene por delante una difícil tarea de reconocimiento y depuración de
sus militantes y simpatizantes organizados. El funcionamiento regular,
sistemático, de las patrullas será un arduo objetivo durante mucho
tiempo. Sobre todo porque ahora está planteada en toda su magnitud la
organización del Partido por frentes de trabajo hasta completar y
superar la organización territorial.
Pero formación política y organización
partidaria son funciones de la militancia y ésta deberá desarrollarse
desde ya mismo en el marco de una cruda ofensiva estadounidense contra
el presidente Chávez y en las futuras coyunturas electorales que tiene
una importancia fuera de lo común para el camino y el ritmo de la
Revolución Bolivariana.
Ejemplo para la región
Este proceso de edificación partidaria,
con la participación de millones, a la vista de todos, con elecciones
libérrimas, se llevó a cabo en un ámbito nacional y regional donde los
grandes partidos tradicionales están, sin excepción, reducidos al
mínimo, burocratizados al máximo, ajenos por completo a la democracia,
negados por definición a la participación de quienes eventualmente los
votan.
La diferencia estriba en naturaleza y
objetivos: los anacrónicos aparatos tradicionales representan intereses
de las clases dominantes de la región y tienen como objetivo la defensa
incondicional de esos intereses. Desde hace décadas decaen sin pausa,
pero hasta ahora no han tenido una contrapartida efectiva. La fuerza
social en pugna por cambios fue una y otra vez desviada hacia callejones
sin salida. El Psuv, que no busca el poder sino, al contrario,
transfiere el poder de una persona a una instancia representativa del
interés popular, que no busca el statu quo sino la transformación
radical, será inexorablemente un faro para cientos de millones de
víctimas de la crisis capitalista en América Latina y el Caribe.
Embarcado en una fase superior de su
intento de derrocar la Revolución Bolivariana, el imperialismo
estadounidense choca de frente con el PSUV. Buscará renovar su alianza
de las últimas décadas con los grandes aparatos políticos
latinoamericanos. Pero estos, amenazados de muerte por la reacción
popular contra ellos, no podrán asociarse abiertamente con la Casa
Blanca. Tampoco podrán reeditar caminos diagonales hacia ningún lugar.
Su fuerza inercial continuará gravitando por un tiempo. Pero ya se ve en
el horizonte la luz del alba.
La revolucion bolivariana exhibe grandes fortalezas el desarrollo de la conciencia politica de la mayorIa de la poblacion...
ResponderEliminarEn este proceso donde hubieron promotores de todos los estados para la formacion de los batallones socialistas, donde gracia a nuestro Presidentes Hugo Rafael Chavez Frias, juramento la elite del nuevo partido PSUV.
Es aqui donde se comienza a luchar un pueblo junto a su comandante , que tiene como fin, darle continuidad a la revolucion que inicio hace 200 años con nuestro libertador Simon Bolivar.
Que se requiere con el partido: Acabar con el capitalismo y la pobreza y a su vez crear conciencia sobre la justicia social por tal motivo el ex Presidente Hugo Rafael Chavez Frias decide darle el poder al pueblo para asi acbar con la pobreza; Aunque para eso hay que crear conciencia revolucionaria.....
El partido es un instrumento para llegar al poder, para lograr hacer cambios, este deberia estar formados por personas capacitadas, aunque esto no se cumple siempre esta el amiguismo la palanca por esta razon ocurre los altos y bajos de esta revolucion......
Analicis de MAYRA MARCANO
ResponderEliminarEl 14 de marzo hugo chaves proclamo presidente del partido por el concreto jura mente la dirección nacional del (P.S.U.V) en el teatro municipal de caracas.
El pesv ha obrado con fuerza centripeta conjugando experiencia e individuos de desimiles trayectorias.
Guerrilleros y militares, jovenes y vetarano, comunista y cristianos, revolucionarios y reformistas. En ese sentido el psuv es un nuevo poderosisimo eje gravitacinal en america latina.
Durante el periodo inicial de organizacion y luego durante el concejo fundacional , el psuv comenzo con un plan de formacionideologica y politica.
La fuerza social imgna por cambio fue una y otra vez desviada hacia callejones sin subidas.
El gobierno bolivariano de venezuela se caracteriza por ser un gobierno ejemplar capaz de ayudar y recibir muchas ideas de trabajo