Ese día en cuestión se le suma al mes de febrero, que por eso este año tiene 29 días
365,2422
días. Eso es realmente lo que tarda la Tierra en girar alrededor del
Sol.
Pero
bajo el actual calendario occidental –introducido a fines del siglo
XVI– se estableció que un año constaría de 365 días.
Y
la porción restante porción –de cinco horas, 48 minutos y 46
segundos cada año– se suma para formar un día adicional cada
cuatro años, como una forma de mantener nuestros relojes
sintonizados con la Tierra y sus estaciones.
Ese
día en cuestión se le suma al mes de febrero, que por eso este año
tiene 29 días.
Y
para celebrar la rara ocasión, en BBC Mundo te compartimos cinco
hechos curiosos sobre los años bisiestos.
1.
La culpa es del emperador
Bajo
el gobierno de Julio César en el siglo 1 a.c., se comisionó a los
astrónomos la tarea de mejorar el antiguo calendario romano, que
consistía de 355 días al año con un mes adicional de 22 días cada
dos años.
Se
pensaba que el calendario se había quedado irremediablemente fuera
de sincronía con las estaciones y por eso se creó el año de 365
días, con un día adicional cada ciertos años para incorporar las
horas adicionales acumuladas.
Fue
así que nació el año bisiesto. Y en esos años especiales, el mes
de febrero, que originalmente tenía 29 días, pasaba a tener 30.
Pero
se cuenta que cuando Augusto se convirtió en el primer emperador del
recién establecido Imperio Romano, quiso tener un mes nombrado en su
honor con los mismos días que el mes de julio, que honraba a Julio
César.
Y
en la batalla por los días adicionales el pobre febrero terminó
cediéndole un día a agosto.
2.
Una oportunidad para las mujeres
Los
años bisiestos han sido asociados con todo tipo de rituales y
creencias, y algunas están relacionadas con el matrimonio.
En
Grecia, por ejemplo, algunas parejas tradicionalmente evitaban
casarse en un año bisiesto porque se pensaba que éste traería mala
suerte en el futuro.
Pero
en Reino Unido los años bisiestos se conocen sobre todo como
aquellos en los que las mujeres pueden proponer matrimonio a los
hombres.
La
costumbre se popularizó en el siglo XIX, cuando se alentó a las
mujeres que realizaran sus proposiciones en tarjetas postales.
La
leyenda dice que el santo irlandés San Patricio emitió un decreto
en el que otorgaba a las mujeres el derecho a proponer el asunto una
vez cada cuatro años.
Otros
dicen que fue la reina Margarita de Escocia la que emitió una ley en
1288 que daba a las mujeres solteras la libertad de proponer
matrimonio durante un año bisiesto, y el hombre que se rehusara era
multado.
Los
académicos, sin embargo, no han encontrado evidencia de que
existiera dicha ley.
3.
Una revolución pendiente
Si
recibes un salario cada mes, los años bisiestos son mala noticia
para tí.
Técnicamente
debes trabajar un día extra sin paga adicional, ya que tu salario
anual sigue siendo el mismo en años que tienen 366 días.
Sin
embargo, hay un asunto más complejo detrás de esto ya que analizar
el impacto económico de un año bisiesto es complicado.
Muchos
estadistas alrededor del mundo usan cifras ajustadas para medir
variables económicas, como el PIB, para que los febreros puedan ser
comparables.
Así
que se considera que febrero tiene 28 días más un cuarto de día
cada año, ya sea año bisiesto o no.
Este
hecho provocó que una profesora de secundaria en Maryland, EE UU,
lanzara en 2008 la “Revolución para no trabajar en día bisiesto”.
La
campaña, sin embargo, no se ha materializado para ganar un día
adicional de vacaciones en ninguna parte del mundo.
4.
Empresarios y benefactores bisiestos
Ha
habido otras “revoluciones” más modestas y pequeñas dirigidas
por los que abogan por el “carpe diem” (aprovecha el momento) y
desean que la gente debe hacer voluntariados y ayudar a otros en el
día adicional que se gana en un año bisiesto.
“Dona
tu día bisiesto a la caridad”, insta el sitio easyfundraising.org
y muchos otros similares que existen principalmente en Europa y
Estados Unidos.
Hay
campañas para que la gente done, participe o reúna fondos para una
variedad de causas, desde investigación de cáncer hasta actividades
comunitarias.
La
clave, sin embargo, como reconocen los mismos grupos de caridad, es
que los jefes acuerden dar a sus trabajadores el 29 de febrero libre.
Y sobra decir que no todos están dispuestos.
5.
Una fiesta de cumpleaños gratis en Texas
Pero
quizás los que tienen más problemas con los años bisiestos son los
que nacieron un 29 de febrero.
Estas
personas sólo pueden celebrar un “cumpleaños apropiado” cada
cuatro años. Muchos celebran el 28 de febrero, pero no es lo mismo.
“Cuando
era niño era bastante desconcertante. Ahora estoy acostumbrado y me
resulta bastante divertido”, le dijo a la BBC Dimitrios
Michalopoulos.
Actualmente
en el mundo hay 4,1 millones de personas que nacieron el 29 de
febrero.
La
buena noticia es que todos los bebés bisiestos pueden tener un
fiesta en la ciudad de Anthony, en Texas,EE
UU.
Esta
es la autoproclamada Capital Mundial del Año Bisiesto y realiza un
festival de cuatro días durante los años bisiestos que incluye una
enorme cena de cumpleaños para los nacidos el 29 de febrero.
Fuentes:
BBC
Mundo
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