Muchos de los economistas realizan una división
de la economia y sus actividades en dos categorías: macroeconomía y
microeconomía. La macroeconomia se destaca por ser un estudio a un nivel global de la
economía, moviéndose con conceptos generales, centrando su atención en
variables económicas absolutas y dejando de lado los detalles. Mientras
que la microeconomía, como diria yo microeconomia en pequeña escala, se centra en un
estudio en una parte mucho más concreta de la economía, como son los
consumidores y productores, englobando a los trabajadores, las empresas
y los inversores.
La microeconomía es por tanto una rama de la economía que se centra
en el acontecer diaria e involucra a todos los factores que nos afectan directa o
indirectamente, dirigiendo su estrategia a las individualidades y al total
de la economía. Su campo de estudio son los bienes y servicios, e
investiga el cómo, el porqué, y para quién se producen, prestando
especial atención al estudio de las empresas y los consumidores. Toda
sociedad debe saber cómo administrar sus recursos, por lo que la
microeconomía es fundamental para organizar toda actividad económica.
Si queremos conocer el motivo por el que un producto se vende más que
otro, o cuál es el tipo de cliente potencial que más le interesa a la
hora de enfocar su publicidad y cual va a ser su comportamiento, es la
microeconomía la que se encargará de dar respuesta gracias a la teoría
de la demanda. Por otro lado, el comportamiento de los productores es el
campo de estudio de la teoría de la oferta, centrándose en todos los
factores de su producción y los procesos que ayudan a maximizar sus
beneficios. Es por tanto fundamental para entender los mercados
financieros, donde personas físicas y entidades intercambian bienes y
servicios en función a la la demanda y la oferta.
Gracias a la microeconomía se pueden establecer leyes a varios
niveles y predecir comportamientos o al menos planificarlos. Su
aplicación práctica es fundamental en los mercados financieros, donde es
necesario realizar análisis y tomar decisiones con seguridad, por lo
que los conocimientos en microeconomía se convierten en un seguro en las
actividades económicas. Es por ello que en la sociedad de la oferta y
la demanda en la que vivimos y donde los bienes y servicios son su
principal activo económico, la microeconomía es fundamental a la hora de
moverse con soltura por los mercados financieros y entender su
funcionamiento.
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